Después oyó un ruido dentro de la nave y decidió entrar. De repente, un caimán con una caja de palomitas apareció y disparó al empleado con una pistola de tomates. Ignacio cayó inconsciente y el reptil gigante lo puso en una caja de metal. Cinco horas después se levantó y no vio al caimán. El hombre decidió salir corriendo y con el tenedor que había encontrado limpiando, abrió la caja y se salvó del peligro. No quería entrar más en esa nave, ya que debía investigar sobre aquel extraño caimán.

¡Ignacio se giró hacia la nave espacial y vio… a su jefe Víctor! Inmediatamente, notó que algo estaba mal. Él se veía enfermo o quizás embriagado. Se puso blanco y empezó a murmurar, agazapado, buscando algo por todas partes.

“¿Qué está haciendo aquí?”, preguntó Ignacio, “¿Está bien?”. “¡Ay, no te vi! No, no estoy bien…”, respondió Victor, “Tengo que volver a casa, pero no encuentro las llaves de mi máquina. ¡Qué horror!”. La elección de la palabra “máquina” le parecía extraña a Ignacio. “Por favor, cálmese y describa tus llaves. Le voy a ayudar a encontrarlas”, Ignacio intentó asegurarle. “Pues… Son elongadas y están hechas de metal… Tienen cuatro picos por un lado y una manilla por el otro… También son perfectas para comer pasta… ¡Espera, aquí están! ¡Qué suerte!”. Victor le dio un tenedor a Ignacio. El pobrecito se quedó ojiplático. “¿Estas son las llaves? Y el coche es…?”. Victor se sorprendió: “¡No es un coche! ¡Es la máquina allí!”. Victor señaló la nave espacial. Ignacio se desmayó…

Cuando se despertó, vio a Victor, que en ese punto había terminado de limpiar la máquina. “Victor”, susurró: “Por favor, dime quién es”. “Vale”, dijo, “no soy de por aquí. Llegué a la Tierra hace mucho tiempo. Necesitaba esconder mi máquina, de lo contrario la gente me mataría. ¡Tuve una idea estupenda: iba a pretender que era un decorado en un teatro! Ahora tengo que regresar a mi planeta natal y quería que mi nave estuviera limpia. Por eso te pedí que vinieras aquí”. “¿Y el tenedor…?”, Ignacio le preguntó. “¡Ah, eso es fácil! Perdía las llaves todo el tiempo. Quería descubrir un reemplazo que se pueda encontrar en cada casa. ¡El tenedor era perfecto!”.

Al día siguiente, Ignacio se encontró en la oficina de su médico. Le contó lo que ocurrió. “¡Ay, claro, las alucinaciones son uno de los efectos secundarios de la medicación que tomas! Voy a cambiar tu prescripción”.

Hoy, Ignacio encontró un tenedor en el bolsillo de su chaqueta vieja…

La nave espacial

El operario abrió la puerta y ni podía creerlo
era su primer día de trabajo un chico de apariencia noble, fuerte y bondadoso;
No podía creer que estaba en ese lugar, todo era espectacular impactante, el trabajo consistía en limpiar junto a otros operarios de limpieza esa nave espacial era increible un lugar único en cual se genero un montón de suciedad puesto que el día anterior estuvieron haciendo una clase de pruebas para ir al espacio, su trabajo consistía en limpiar todo aquello que se género el día de anterior, eran tres compañeros, empezó la jornada todo iva bien hasta que tocó sin querer un botón que no era debido, aquella nave empezó hacer un ruido estridente en el cual no paro hasta que el operario de limpieza veterano lo paro, no quiso decirle como lo hizo y siguió con su tarea, el siguió teniendo cuidado con lo que hacía, no quiso preguntar puesto que no les quedaba mucho tiempo para terminar de hacer la tarea asignada ,ya que venía un grupo de profesionales a hacer más prubas en la nave .
Terminada la tarea hicieron un descanso para comer, uno de ellos traia bocadillo y el otro traia espaguetis y el trajo una fiambrera con macarrones en la cual no trajo tenedor uno de los compañeros le ofreció su bocadillo y el de los espaguetis no dijo nada, por no preguntarle si podía dejarle el tenedor se quedó sin comer, lo paso mal y se dio cuenta de que no puede callar las cosas sin preguntar antes, al día siguiente lo puso en práctica, y le preguntó a su compañero y el amablemente le explicó que no hay que callar las cosas yo se que te quedaste sin comer por no pedirme un tenedor pero yo te lo hubiese dejado amablemente no hay que tener miedos ni bergunza puesto que te limita a ser quien eres

LA NAVE ESPECIAL

El operario abrió la puerta y no podía creerlo, vio a través de la ventana como una nave especial aterrizaba en su jardín. El todo conmocionado salió para ver qué es lo que había sucedido, y frotándose los ojos pensando que estaba soñando volvió a ver y era lo mismo, una nave curiosamente que no había visto en este planeta ni siquiera en la televisión ni en dibujos animados y tampoco en juguetes. Era fascinante pero a la vez sentía miedo. El todo asustado y curioso entró adentro de la nave. Asombrado vio tres puertas luminosas y abiertas pero no se veía lo que contenía .La primera puerta era para saber qué es lo pasaría en la vida futura, la segunda para ver la vida pasada y por último y no menos importante a otro mundo paralelo. El sin saber cogió la tercera puerta. Cuando entro parecía que estuviera como en un túnel de colores fuertes y alegres. Llego al otro lado y vio cosas maravillosas pero a la vez cosas que no había visto en la vida, ni siquiera imaginándolo. Se quedó inmóvil por segundos, poco a poco comenzó a ver y no lo creía … se veía un tenedor que parecía un tobogán y a vez que se bajaba se podían coger dulces caramelos, habían hadas madrinas con unos vestidos hechos de una especie de nieve con botones brillantes con una escoba que al volar dejaban caerse estrellas con gusto a chocolates , también se veía un operario limpiando el cielo con una especie de escoba mágica a la vez que limpiaba repartía chucherías de todo tipos y todo los colores. También Un arcoíris apreciándose a otro tobogán llena de comidas de todo tipos (entrecot, hamburguesas, etc… platos de todos los países y postres de todo tipo como si fuera un bufet libre .Su casa se había transformado en una casa árbol arriba parecía como un bungaló floral de color verdosos dejándose caer unas ranitas junto con una Bonita vista que daban ganas de estar siempre ahí y no moverse nunca. Todo era gratis, todo hecho de la naturaleza, sin peleas, sin agobios, sin pensar, y ni tan solos habían malos días. Tampoco existían las malas sensaciones. Todo era y mejor dicho de color de rosa.

LA NAVE ESPACIAL

El operario abrió la puerta, y no podía creerlo, salió un tenedor gigante, que les seguía pasillo adelante, como un TSUNAMI!!!
-¿Pero bueno?, pregunto el operario de limpieza con cara de asombro,
– ¿Qué pasa aquí? ¿Tu, de donde sales y porque me sigues?…Pregunto, el Operario de Limpieza, todo desencajado sin apenas poder intentar entender algo de lo que pasaba, con cierto nervios no acababa de comprender ni de entender de donde narices salía un tenedor, dorado y gigante con ganas de qué y para que…, se pararon en medio del pasillo como si de una película de pistoleros se tratara,
-El Operario le pregunto. ¿De dónde eres?,¿Qué quieres de mí?¿De dónde vienes?,¿Cómo te llamas ¿.Le hizo un sinfín de preguntas para poder obtener información sobre su extraña ignorancia y desconocimiento. Y poder llegar a entender el porqué de que hace aquí un tenedor lo veía surrealista.
_El tenedor, con mucha amabilidad se presentó, Buenos días, me llamo Folk, vengo de un planeta, dónde innovamos cosas nuevas para próximo futuro y próximo proyectos, avanzados de tecnología y alimentación y calidad de vida para nuestros habitantes, nuestra nueva generación de ciudadanos, tener mejor calidad de vida y bienestar y tener luego emprendedores con tecnología más avanzada para poder aprender experiencias y emociones nuevas, un mundo diferente un mundo más flexible y atractivo.
_El Operario, cogió su maleta, sin pensárselo ni un minuto le gustó lo que le contaba, le llegó a convencer, vio atractiva la propuesta y se lanzó, subió a su nave con la cabeza alta y una gran sonrisa en su cara le brillaban su grandes ojos verdes, y pensaba que el poder ayudar a una ciudad y encima aprender como persona y ser humano le llenaba más de satisfacción y orgullo. Entro en la nave, con una gran entrada y dos tenedores dorados le dieron la bienvenida, buenos días señor, bienvenido espero que le guste y disfrute de nuestra estancia, a lo que él le contestó muchas gracias.

LA NAVE ESPACIAL
La operaria abrió la puerta y no podía creerlo. ¡Cómo habían dejado la sala temática de la nave espacial! En tan solo media hora tenían otra celebración en aquella misma sala temática. Así que la operaria de limpieza se puso a toda prisa a limpiar toda esa sala de la nave espacial que habían dejado patas arriba, mientras limpiaba todo aquel caos encontró un pergamino que resultó ser un mapa con unas coordenadas concluyendo con un tesoro en el espacio, este pergamino se encontraba en el panel de control de la nave clavado con un tenedor. A la operaria le dio curiosidad pero no tocó nada, lo dejó allí para los próximos que vinieran pudieran tener esa aventura que ella pensaba que era un juego dentro de la temática. Después de acabar la limpieza de toda aquella nave ya estaban los niños entusiasmados para entrar a su gran fiesta así que, cuando le dieron paso, entraron todos en estampida para entrar por aquella puerta de esa preciosa nave y elegir los mejores sitios, una vez sentados ya estaban listos para el primer paso de aquel pequeño viaje que ellos pensaban que iba a ser una merienda súper espacial seguida de algunas actividades guiadas por el capitán de la nave. Pero volviendo realmente a lo que nos interesa una vez sentados los niños, el anfitrión de la fiesta ocupaba la mesa del panel de mandos donde se controlaba la nave. Para su sorpresa encontró el pergamino que resultaba ser el mapa con las coordenadas para encontrar un tesoro. Él anfitrión sin decir nada miró el pergamino puso las coordenadas en el panel de control de la nave y se empezaron a sentir temblores, giros y de repente en milésimas de segundos sintieron que la nave despegó.

LA NAVE ESPACIAL
El operario abrió la puerta y no podía creerlo. Se encontró con un almacén inmenso lleno de suciedad. Él había sido contratado por unos extraterrestres para limpiar su nave espacial y como otras veces que había pasado, se imaginaba que sería una típica de marcianos, la de toda la vida, esa en forma de platillo. A él le gustaba este trabajo porque no tenía que limpiar rincones.
Se puso en contacto con el alienígena responsable de su contratación para pedirle explicaciones, este le dijo que había un mal entendido. Esta vez el trabajo que le encomendó era limpiar una nave espaciosa. Un almacén muy grande donde guardar sus abalorios planetarios (esas mierdas que se guardan por si acaso pero que no se utilizan nunca)
El limpiador dijo que no estaba dispuesto a realizar ese trabajo y se fue a su casa a dar de comer a su perro tenedor.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

La nave espacial

El operario abrió la puerta y no podía creerlo. Había una nave espacial y estaba cayendo a una velocidad muy alta al centro de San Francisco. Era muy borroso pero el operario vio como la nave espacial cayó en el museo De Young. La nave espacial era morada, verde y negra y era grandísima, cuando cayó en el museo muchísimos pedazos cayeron a todas partes.

Cuando el polvo desapareció, habían dos alienígenas verdes que necesitaban un tenedor para reparar su nave espacial. Cuando el operario los vió, él casi cayó en el suelo por estar tan asustado pero él decidió ayudarlos. Entonces el operario corrió por muchas escaleras para llegar al restaurante pero había un gran desorden allí pero después de muchos minutos el encontró un tenedor en el piso. Pero cuando trataba de agarrarlo cada vez lo soltaba pero finalmente agarró el tenedor y se fue. Después, corrió una o dos millas para llegar a ellos y cuando dio el tenedor a los alienígenas ellos entraron en su nave espacial y cuando se entraron en su nave espacial podía escuchar muchísimos sonidos pero finalmente se fueron.

Finalmente, cuando se fueron el museo De Young se veía como nuevo, las paredes eran negras y el diseño de interiores era más lindo que Las Vegas. La única persona que podía verlos era el operario, entonces esto es un misterio que el mundo no va a saber.